lunes, 22 de octubre de 2007



Hoy le he dicho a Luisa la verdad. A fin de cuentas, y en nombre de Dios, ¿qué más da que Dios exista o no, si las ideas que hay que defender son igual de válidas de uno u otro modo? Le he dicho a Luisa que a Dios le da igual que exista o no la Iglesia católica, que los homosexuales adopten niños o no, que el papa sea fulanito o menganito, que la gente comulgue estando divorciada o siendo pederasta, que lo único que a Dios le importa es que las personas estemos bien.
Que existiendo Dios o no, hay que evitar toda violencia, hay que desmentir las ideas que sirven más que nada para que la gente sufra, que la Providencia actúa como editora de la realidad, y que en el libro que es la vida de cada uno no importa tanto la coherencia del argumento como la felicidad de los personajes. Ya se me ha olvidado la mitad de lo que le he dicho a Luisa, pero recuerdo que he puesto el origen de todos los males en dar mayor importancia muchas veces a valores que claramente están por debajo en una escala que yo tengo en la cabeza que a los que yo coloco encima. Cuánto me duele decir aquí “yo”. Le he hablado de la persona que presume de ser cristiana y que al mismo tiempo no se avergüenza de ser racista, creo que le he hablado de los que dan más importancia a la justicia que a la paz y de los que prefieren que siga muriendo gente con tal de tener razón, le he hablado de las poses de decencia y de la hipocresía de la sabiduría humana, de la miopía que prefiere mil veces que todo el mundo siga sufriendo y se atreve encima a decir que lo hace en nombre de Dios. Dios no tiene religión, y muchas veces el ateísmo y el laicismo son mil veces más cristianos y más divinos que la beatería, y ya he dicho que Dios prefiere no existir a que en su nombre se predique la estupidez. Prefiere que nadie crea que existe si para lo único que sirve su existencia es para dar excusas para seguir haciendo daño, y os lo dice alguien que por su cristianismo lo da todo, y obras son amores, y no buenas razones, y atreverse a decir esto en voz alta es algo más que buenas razones.

[Imagen tomada de aquí]

7 comentarios:

Ester G. C dijo...

si dios existe, si de verdad existe

llora

llora mucho

y no le culpo.

tampoco es tan importante. he conocido ángeles mendigando monedas en un paso para peatones, de veras. eso a mi me basta.

por cierto, un saludo a todos. no sé muy bien de eso de presentarse, pero tampoco hace falta.

un abrazo, amor.

Anónimo dijo...

Se debe sentir muy incomodo cuando la gente habla por su nombre como si todo lo supieran de él.

Una lástima que no pueda hablar y poner los puntos sobre las I's.

Gsús Bonilla dijo...

UN EJERCICIO DE TEMERIDAD

-varias cosas surten un efecto negativo
en contra de los hombres.
varias cosas que me cansa enumerar.

-pero ahora que me da por
presionar este teclado.
-y ahora que lo pienso…

-no es, no lo es, un ejercicio
de temeridad
si digo a los hombres expectantes de la tierra
que en el asiento tranquilo de la vida
la brecha inoportuna del silencio
incrementa el socavón DESIGUALDAD
entre seres de la misma especie.

-pongo cuidado
al escribir estas palabras, no por miedo,
que no lo tengo,
-si no, mas bien por evitar
la ofensa.


te lo dedico
Amor.

Anónimo dijo...

muchísimas gracias

:-)
santiago

©Claudia Isabel dijo...

Mirá dónde te encuentro, y es de pura casualidad!!!
Creo que la iglesía católica esta obsoleta, devaluada. Y como vos bien decís, dios no tiene religión. Es un ser abstracto que representa lo que supuestamente es el "Amor". Los hombres se han encargado de ensuciar todo lo que se desprende de esta premisa. han utilizado el nombre de Dios para la barbarie, porque los hombres en general estamos involucionando. Han utilizado el nombre de dios para hacer un comercio de la religión, en donde si queres ceremonia religiosa para casarte,bautizarte e incluso hasta muerto, tenes que tener mucho dinero...los evangelistas te sacan todo lo que pueden para hacer sus templos que se desparraman como sucursales de entidades bancarias o supermercados...una calamidad...eso es lo que hacen los hombres por la religión, algo que ya no es creible...
Saludos desde Buenos Aires

carmen dijo...

Yo siempre he separado el término Cristianismo del Catolicismo. Nunca he visto en un cura o en el Papa la representación de la divinidad como la he podido ver en la mirada de la madre Teresa de Calcuta....
El sufrimiento humano sólo ha sido impuesto por el mismo hombre.

Saludos :-)

Anónimo dijo...

os agradezco de nuevo, besos

amor

:-)