sábado, 20 de octubre de 2007


¿Acaso hay alguien que sepa cuál es la verdad? Me dice mi amor que hay en mi voz desesperanza, y acaso hay algo de cierto en lo que dice mi amor: ¿desesperanza de qué? Desesperanza quizá de no poder vivir una vida plena en la que lo que siento concuerde plenamente con lo que la vida me trae, desesperanza acaso de que esta sociedad hipócrita se guíe algún día por los sentimientos reales de las personas y deje de lado la doble moral, la moral del sacrificio que hace del sufrimiento un estandarte que restregar a los demás. ¿Qué hay de malo en hacer lo que se siente? Al final y a menudo, todo se queda en palabras bonitas que no llevan a nada, y ay, Santi, qué preciosidad, qué intenso, qué apasionado, qué maravilla, qué sed de amar y de amor, pero obras son amores y las palabras se quedan en palabras si uno no tiene el valor de llevar a la realidad eso que siente intensamente, y entonces toda esa belleza tan admirable que nos ha movido por dentro se convierte en una mentira y acudimos a la moral fácil: a la que no se atreve a hacer lo que siente.Yo no tengo principios. Estoy en este mundo para amar, para amar sin límite, para amar sin respeto. Le decía el otro día a alguien, y creo que de algún modo lo compartía, aunque supongo que no lo entendía del todo, le decía que mi capacidad de amar es ilimitada y que mi vida se queda coja si no la llevo a obra, si no la convierto en realidad que no se quede en palabra bonita. Le decía a ese alguien que soy culpable de miles de cosas y que tengo muchísimo que hacerme perdonar, pero de verdad que me alegro: afirmo por enésima vez que lo único que vale es el amor, lo único. La moral huele a hipocresía y a escudo para hacer daño sintiéndose justo.

10 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Qué mejor meta que el amor?

La sociedad solo entiende de normas y más normas. Y no, cada uno somos dierentes, y tendremos que hacer de nuestra vida lo que realmente deseamos. Por supuesto si arremeter contra el otro. Cada uno tiene su espacio.

Haces bien en amar.

Un beso.

María de Lourdes Ruiz Pavón dijo...

felicidades amor!!!!!

...flor deshilvanada dijo...

Yo te creo y te entiendo... no tenés idea de cuanto te entiendo cuando decís que tu capacidad de amar es ilimitada.

Un beso!!

JARDIN HAIKU: El Arte de Vivir el Instante dijo...

No hay nada de malo en hacer lo que se siento y yo creo firmemente que aunque muchos no quieran ver o no miren para los costados, núnca podrán ser completamente felices sabiendo que hay tanto dolor rozándoles.
Las palabras bonitas dejan cosas, también aquellas que no lo son, no hay palabras que no dejen una huella. Si no tener principios significa AMAR a todo y todos, entonces estaría genial que todo el mundo no tuviera principio alguno.
Es mejor tener mucho por ser perdonado y que todas las equivocaciones hayan sido cometidas por amor, y no por odio, envidia, egoísmo, o tantos y tantos otros sentimientos que lastiman.
Yo creo que tu no te quedas en palabras bonitas nada más.

Verónica
porque un poquito de amor
mueve montañas y trae sonrisas

RocanLoveR dijo...

¿Donde van las palabras si no las llevamos a la realidad?

Si todo lo que decimos no lo hacemos, y los motivos poco importan cuando miles de vidas se desintegran a cada segundo y nosotros concientes de ello, solo hablamos, me parece que nos falta un poquito más de acción.

Aún así confío, veo una veta de esperanza en cada uno de nosotros, y no la veo para mi, sino para los que desde aquí no vemos.

Saludos.

Anónimo dijo...

gracias, estoy con todas vosotras,

santi

:-)

Lágrimas de Mar dijo...

la moral huele a hipocresía y en realidad solo sirve para hacer daño, pero ¿a que huele la libertad y que precio hay que pagar por ella?

mil besos amor

lágrimas de mar

Aguila Diurna dijo...

Hola Amor, como el tema da mucha tela para cortar te respondi en mi blog hoy subi un post.
Un abrazo!
M

carmen dijo...

Cada uno tiene su propia verdad pero el camino para llegar al final de tu vida terrenal en paz es hacerlo con amor.

Saludos :-)

Alichín dijo...

Cuando se aprende a amar sin límites se comienza el camino del triunfo. Un fuerte y amoroso abrazo.