viernes, 25 de enero de 2008

Mitos sobre la prostitución

Aclaración: El texto es largo, no creí conveniente recortarlo, está en cada uno la desición de leerlo en su totalidad .



Esto fue parte de la campaña

"Ni una mujer más víctima de las redes de prostitución".



Es el oficio más viejo del mundo

- Falso. Supone que la prostitución es un atributo innato de las mujeres y, por lo tanto, inevitable, construcción muy conveniente al patriarcado y a los explotadores. La prostitución expone el propio cuerpo al servicio de otro, para que sea usado como mercancía, por tanto no es oficio sino esclavitud. Es imposible vender el cuerpo sin lastimar el alma. En sociedades primitivas, las mujeres aparecemos como parteras, alfareras, artesanas, curadoras, maestras, aurigas (conductoras de carro), recolectoras, antes que practicando la prostitución. Estos oficios ejercidos por las mujeres se pueden comprobar por la arqueología y la mitología popular pero son ignorados por la "historia" patriarcal. La prostitución tiene un inicio preciso: la afirmación del patriarcado.

Es una forma sencilla de ganar mucha plata

- Falso. Las mujeres en situación de prostitución sufren daños irreparables, comparables con los daños de una persona que fue torturada, que sufrió una guerra. La gran mayoría de las mujeres en situación de prostitución es muy pobre. Los proxenetas son los que se enriquecen. La trata y el tráfico de mujeres para las redes de prostitución es uno de los negocios más redituables, junto con el tráfico de drogas y armas.

Lo hacen porque les gusta

- Falso. La mayoría llega a la prostitución luego de historias de violencia, vulnerabilidad, pobreza, engaños (de sus parejas, de sus familiares), violaciones, exclusión y falta de educación. Muchas también son secuestradas y obligadas, mediante torturas, amenazas, violencias. La prostitución no es elección. Es una opción cuando no queda otra opción.




Es elección libre, lo asumen de manera voluntaria

- Falso. Para millones de mujeres, escoger entre hambre, abuso, aislamiento o prostitución no representa una verdadera opción. Cuando una sociedad aumenta los espacios de igualdad, social y sexual, y de nivel de vidad disminuye el número de mujeres del propio país que se dedican a la prostitución. Se necesitan muchos cómplices para prostituir, para considerar a la prostitución como ideal de "libertad".

La prostitucion VIP es libre elección, no es lo mismo que la prostitucion de las mujeres pobres

- Falso. Las mujeres hemos sido enseñadas por la cultura, los medios de comunicación, la escuela, nuestras familias a "ser" para…, a estar al servicio del varón. Las mujeres que son prostituidas en los lugares vip, también son usadas como mercancía (un poco más cara), también han aprendido que sus cuerpos están al servicio del varón, han entendido (porque el patriarcado se los ha enseñado) que sus cuerpos pueden servirles para ser consumidoras de lujos, a la vez que ser consideradas objetos de consumo. No fue una libre elección porque estuvo condicionada por la cultura. ¿Dónde está la libertad?

Se prostituyen para darle de comer a sus hijos

- Falso. No se prostituyen, "son prostituidas" por varones que requieren sus cuerpos para afirmar su poder y su valía. Las mujeres amamos a nuestros hijos/as, sobre todo si elegimos ser madres, esto no nos imposibilita el darnos cuenta que sólo a nosotras se nos requieren todos los sacrificios para su cuidado y bienestar. Muchas veces sus hijos/as son vendidos/as por las redes, obteniendo ganancias extras para los proxenetas.

La prostitucion es un trabajo

- Falso. Esta forma de legitimación es un ardid de los y las oportunistas que "lucran" con cada mujer en situación de prostitución, incluidas aquellas religiones, las ONGs, los sindicatos, los organismos internacionales que les exigen llamarse "trabajadoras" para ser meritorias de asistencia y (de paso) bajar los índices de desocupación y justificar partidas de dinero dedicadas a tal fin. También es una reivindicación de muchas mujeres que creen correrse del papel de discriminación que la sociedad les tiene reservado (pensemos cómo se insulta a los genocidas, asesinos corruptos, ladrones). No siempre el consentimiento legitima una práctica, ni mucho menos la convierte en trabajo.

Todas las mujeres son putas

- Falso. El sistema patriarcal utiliza la palabra "puta" para estigmatizar a cualquier mujer trasgresora (ver letras en boleros y tangos, etc) A la vez que nos une nos separa en putas y no putas: "las obedientes", "las domesticadas". Nuevamente, el centro está siempre en la culpabilización de las mujeres, mientras nadie dice algo que sí es verdaderamente cierto: todos los hombres pueden ser clientes.

Son mujeres de vida alegre

- Falso. La vida de una mujer en situación de prostitución no es fácil ni alegre. Esta es una expresión acuñada por clientes y proxenetas que sirve para restarles responsabilidades en el daño que producen, El sexo prostibulario tiene que ver con el poder y no con el placer. Las mujeres en situación de prostitución conforman uno de los grupos más vulnerables de todas las sociedades en todas las épocas.

Si la prostitución no existiera habría más violaciones

- Falso. No es cierto que los deseos sexuales de los varones sean irrefrenables. Esto es una construcción del patriarcado. El verdadero combate a la prostitución y a las violaciones pasa por una toma de conciencia, profunda reflexión y cambios de conductas que promuevan una práctica sexual que tenga que ver con el placer y no con el dominio.

Legalizar la prostitución (ya sea reglamentandola, con libreta, registrando las mujeres que son víctimas) protege a las mujeres

- Falso. No protege a las mujeres en situación de prostitución que así serían maltratadas, pero con permiso, tratadas y traficadas legalmente y enfermadas, ya que el certificado de salud no se exige a los clientes- prostituyentes. Sólo protege el negocio para los fiolos, proxenetas y redes de prostitución. Las mujeres quedan igualmente exentas de todos los derechos y más expuestas que nunca a ser detenidassi se les ocurre estar paradas en las esquinas sin la protección de las mafias. Incrementa el negocio de los "pagos" para la policía, ya que al exigir más reglas arbitrarias, la coima aumenta.

Prohibir la prostitución es lo más digno para la sociedad

- Falso. La prohibición de la prostitución genera más indefensión para el eslabón más débil de la cadena: las mujeres en situación de prostitución, porque cuando se prohíbe la prostitución, se persigue a las mujeres. No remedia el ejercicio de la sexualidad de los varones con poder de dominio sobre las mujeres.

La mujer como provocadora y el varón como víctima no responsable

- Falso. El varón es un cliente potencial desde que deja de ser niño. El sistema patriarcal-capitalista nos enseña que los varones tienen derecho sobre los cuerpos de las mujeres y, a la vez, que los poderosos tienen derecho sobre los cuerpos de los más débiles. No es "cliente", es prostituyente, aunque sea invisibilizado. "Porque tu pagas es que hay prostitución".





La prostitución está inserta en un mecanismo de múltiples sistemas de opresión y explotación: estructuras económicas y sexistas que crean barreras para el desarrollo en el plano personal, educativo, político y en el plano laboral de todas las mujeres. Eliminando murallas sexistas e igualando posibilidades mediante la supresión de estructuras económicas injustas es cómo abriremos la vía para las mujeres entrampadas en la explotación sexual. Eliminando la dominación masculina sobre la sexualidad de las mujeres eliminaremos a los prostituyentes de nuestras sociedades. Respetar los Derechos de las Humanas es la consigna de nuestro tiempo.

9 comentarios:

Gsús Bonilla dijo...

es una mierda, marina,
la demanda multiplica la oferta.
a mi parece bien que unamujer "decida" ganarse la vida con esto. pero no es asi. en el 99% de los casos
no es así. y siempre se impone,
en forma de explotación, en forma
de la 1000 setuaciones de la vida
que hace que esta gente tire por este camino concreto.
por eso es importantisímo
que en las sociedades actuales
a estas personas se las atienda
social y sanitarimente sin prejuicio alguno.

No son putas, son princesas.

Sandra Garrido dijo...

Si me permitís, os voy a linkear, pues me parece que hay mucha humanidad que se debe difundir.

Saludos.

RocanLoveR dijo...

Amore, es verdad lo que decís, solo me pareció correcto publicar una parte de esta campaña, que apoya y defiende el bienestar de estas mujeres.

Sandra, será un placer.

Saludos.

Anónimo dijo...

rocan, me gustan los textos que sacas aquí, esta vez igual que aquella de la respuesta del señor este brasileño, echando abajo mentiras comúnmente aceptadas, yo creo que ese es el camino

:)

amor

A dijo...

Hola: muy bueno el post. Pero si hay prostitucion es porque hay clientes. Lamentablemnte esa es la razón de ser tb. de la prostitución infantil, no se puede entender la verdad la mente humana.
Crear valores y ciudadanos comprometidos socialmente y altruistas podria cambiar un poquito las cosas, no?

carmen dijo...

Comparto lo dicho por los anteriores....si pagas entonces existo!!
Yo supe hace poco que algunos amigos iban de "putas" (dicen ellos), la mayoría están casados. Y no lo entiendo, de verás, no lo entiendo. Influyó esa noticia en mi pues ya no los trato de la misma manera.
Pero pregunto aqui ¿Hay redes también con respecto a la prostitución del hombre? ¿Y cuando una mujer o un hombre se casan sin amor a cambio de bienestar y dinero, también lo llamarías prostituirse?

No lo había leído hasta hoy, Marina, profundo tema has compartido con nosotros.
Un abrazo

ro dijo...

Muy bueno este tema que has tomado El primer mito (el oficio más viejo del mundo) me parece fundamental difundirlo: somos muchas veces las propias mujeres las que continuamente nos referimos a la prostitución en esos términos, sin darnos cuenta cómo nos lesiona a todas y a cada una.

ribemependros dijo...

Totalmente de acuerdo abolicionismo ya,la prostitución nos concierne a todas, enhorabuena por tu blog

ojo de sirena dijo...

PENELOPE: MUJERES QUE ESPERAN
FLOR DE LOTO De: Tere Marichal Lugo.junio 2004
Ambas habían llegado a la vez. Una con la memoria borrada y otra con el silencio colgando de sus aretes. Una como tesoro saqueado y la otra como cadáver viviente. Las dos como banderas de nadie; como objetos perdidos en un basurero sin patria.
Movía sus muñecas como si fueran alas, por eso sus pinceladas eran diferentes. Los trazos bailaban sobre el papel y las flores de loto iban apareciendo como lo hacen las gotas del rocío, sin que nadie se de cuenta. A veces pintaba cada pétalo con un color diferente. De la flor de loto, creaba flores diferentes a las que bautizaba con nombres que había ido recogiendo por la vida.
Ya sabía que no existían ventanas sin rejas.
Shashikala deja los pinceles a un lado y nos ayuda a limpiar tus heridas. Ella más que ninguna otra conoce tu historia. Sus miradas se encontraron en aquella casa de barro rojo y fue alli donde perdieron la risa. Ambas conel cuerpo lastimado. En el silencio de siempre Shashikala sólo ve imágenes: una mujer de paños negros que no quiere entrar al Templo de la Viruela para orar por su hija: la muerte que pasa vomitando sangre y arrastrando aquel cuerpo delgadito que grita, el hombre burdo que la empuja sobre una cama. Shashikala tiembla. Reordar es morirse a cada rato.
Ambas se abrazan. Mousami vive llorando. Shashikala pinta las imágenes que le describe Mousami al oído: una madre sin ojos; un grupo de hombres con palos en las manos pegando a una niña; un tigre de bengala comiendose la cabeza de un hombre y una mujer. Las flores de loto de Shashikala se transforman en bocas grotescas y garras gigantescas
Mousami quería ser dueña de una alfombra mágica que la llevara lejos, a algún lugar donde pudiera tirarse sobre almohadones de seda y mirar las nubes de pétalo y azúcar. Dos meses después ya no recordaba nada. Quiero decir, después que perdió su belleza y entró en ese cuarto oscuro de la sin razón donde se mueren las flores de loto. Allí donde no hay pantanos ni agua ni leyendas. Olvidó lo que era, para poder marcharse sin hacer ruido. Nunca pudo saborear las aguas sagradas del río Bagmati. Se borró de sí misma, alejándose hacia lo más alto del Annapurna; sin embargo, Shashikala se dedicó a pintar y a esperar su fuga imaginando jardines mágicos y exóticos. Siempre la imaginé como una especie de hada que iba creando flores a su paso. Lo lindo que no había encontrado en la vida, lo plasmaba sobre el papel. Shashikala se convirtió en la memoria presente de su pequeña amiga y fue así como conocimos sobre su vida y sus secretos bien guardados.
Las mujeres nos convertimos en madres casi sin quererlo. Algo en nuestro instinto, nos transforma en diosas que rugen ante la ira y la barbarie, e intentamos proteger a todo aquél que nos necesita. Allí estaban ambas, como madre e hija. Rezando a Maha Lakshmi
La casta de incineradores no quiere cremar el cuerpo de Mousami. Me da la impresión de que pronto morirá y quiero poder realizar el último ritual de purificación en las escalinatas que dan al río. Llevo días tratando de convencerlos porque sé que pronto dejará de respirar este aire tan pesado que hay en Bombay. El último ritual se acerca, es lo único que espera, aunque no lo cuente a nadie.
Ni en la vida ni en la muerte se respiran aromas de sosiego. Busco y rebusco, araño y no me resigno, quiero que su cuerpo se purifique después de la muerte. Algún día volverá a nacer allí en la falda del Himalaya, transformada en mariposa o en esa flor de Loto que Shashikala pinta una y otra vez, mientras pide con fervor y deseo reencarnar como planta y no como mujer. Pido y clamo porque no soy dueña de nada más. Sólo tengo una voz de hierro fundido con el fuego sagrado, que recita los poderosos rezos que aprendí de pequeña.
- AUM
AING HRING KLEENG
CHAMUNDAYE VICHCHEY…AUM

Esta voz implora y grita como un chacal hambriento de justicia. Tengo unas manos de coral que se sumergen en aguas turbulentas tratando de encontrar conchas con perlas cultivadas para demostrar al mundo que la belleza sí existe. Sólo soy un poco de incienso que vuela adornando los sueños de la noche tranquila, sin gritos, ni manos endurecidas por el concreto, ni gargantas secas de miedo. Soy un cuerpo más que trata de atrapar a los mercaderes para que ninguna otra niña se oculte para siempre de la luz. Soy sólo una mujer que no quiere más jaulas, ni cojines bordados en hilo de oro, donde se acuesta el abuso y la desfachatez. Quiero ser un látigo, un puñal de acero, una daga curva para desgarrar este mapa de cicatrices y surcos impenetrables. Quiero ser voz y grito y que el eco sea mi compañero fiel para que me ayude a denunciar una y otra vez las atrocidades e injusticias que nos arrancan el aliento y nos derriban de nuestro caballo alado.
Ella vivía en la calle Falkland, en el barrio de Kamathipura de la metrópoli de Bombay. Aquí fue donde la vendieron y donde morirá. Nació en Nepal rodeada de rododendros en la aldea de Sindupalchok y allí se deleitaba sumando los colores de las orquídeas. Allí es donde cantan los pájaros que conocen el camino que lleva al templo dorado rodeado de monos y tortugas. Cuando llegó a Bombay lloraba todos los días, pero a fuerza de palos aprendió a olvidar la suavidad de los pétalos y el aire dulce que llegaba de momento.
Llegan turistas de todas partes del mundo. Todos quieren conocer el misterioso mundo que pintan para atraerlos y mostrarles la belleza escondida de un país que vende a sus niñas al mercado de la prostitución. Se escucha el anuncio una y otra vez:
-Nepal tiene el dos por ciento de todas las plantas con flores del mundo, el ocho por ciento de la población mundial de pájaros, once de las quince familias de mariposas del mundo y trescientos diecinueve especies de orquídeas exóticas. Vuela con nosotros y disfruta de unas vacaciones inolvidables y tocarás las nubes. El anuncio termina con el sonido de un avión despegando.
Mousami nunca tomará un avión y no sabe el significado de la palabra vacaciones. En este
rincón del mundo donde la noche nunca llega, está la calle Falkland. Las luces neón no le permiten la entrada a las estrellas ni a la luna. Las niñas lucen hermosas. Su tez pálida llama la atención de los turistas. Allí están esperando, con sus labios carnosos y muy rojos dentro de unas jaulas que exhiben su exótica e inocente belleza. Son muñecas intocables. Fantasías codiciadas. Cajitas mágicas, donde la sorpresa habita. Son carne fresca, olfateada por todos los que llegan buscando placer. Si pagas, puedes tocar. Puedes morder, patear, pegar y escupir sobre esos cuerpor delicados eindefensos.
- El placer no tiene edad, le decía la madame mientras me daba golpizas eternas. Durante quince días fue golpeada constantemente. En las tardes venía el maestro de la lengua de seda, un hombre que le enseñaba a aceptar y brindar todo el placer que su cuerpo fuera capaz de resistir, porque cuando eres pequeña no sientes placer, aprendes a vivir con el dolor y la nausea.
Antes no era así. Antes eran las aguas termales de Tatopani o los bosques misteriosos de Pulchowki. Ella quería ir a Janakpur porque allí nació Sita y algo le decía que en ese lugar encontraría algo importante. Una vez su madre fue a Katmandú, al templo de Kali. Le ofreció su sangre y allí en medio de cánticos le dio muerte a una oveja. Eso contaba a las demás y Shashikala la escuchaba pensando que ella también iría a ofrecerle a Kali su sangre convertida en seis flores de loto, una para cada brazo.
Allí en aquel rincón cubierto con venas y cartílagos rotos están sus recuerdos. Todos arrinconados para que nadie pueda tocarlos y hacerles daño. Acá, en este presente de lenta agonía, olvida porque quiere limpiarse antes que su cuerpo sin vida se una en abrazo permanente con el fuego que purifica. Nunca más un templo donde orar, ni cantos eternos. Su padre la ofreció en sacrificio y la cambió por el precio de una vaca.
-Oh poderosa Kali, extiende tus seis brazos y tómala. Detén ya el movimiento sanguíneo de esta mujer que ya no tiene piel y dale el calor que necesita para que su cuerpo pueda descansar, -Shashikala oraba en silencio, mientras veía cómo su pequeña amiga se iba separando de los pedazos de su cuerpo chamuscado.
Quisiera llevarte lejos, al bosque de rododendros. Tal vez podrías recordar un infinito de hojas, pero tu tronco está repleto de vientos severos que te sacuden sin piedad y en ese limbo donde no existe la imagen ni la palabra sólo puedes ver aquel cuarto de ventanas cerradas donde te apalearon hasta romperte el cuerpo. Te quiero abrazar, pero no sé cómo. No sé cómo decir que lo lamento porque estás tan lejos: allí donde te vendieron, en aquella calle de Bombay, donde pagaron una miseria por tu carne.. Quisiera cubrirte con las alas de miles de mariposas para tapar tus cicatrices y ayudarte a inventar otro pasado. Uno donde puedas seguir jugando sin ser interrumpida porque el cliente espera para satisfacer sus más oscuros deseos. Un pasado donde tus padres no puedan venderte para poder techar su casa. Un pasado donde el hambre no determine el destino de una niña. Quiero inventarme un pasado donde ningún hombre te pueda lastimar simplemente porque eres mujer... porque somos mujeres.
Llega la tarde y Shashikala enciende velas e incienso. Comienza a pintar las flores de loto. Ella no lo sabe, pero las hojas de ésta planta cuentan con un sistema de auto- limpieza. Semillas de esta flor han estado enterradas por cuatrocientos años y aun asi, han germinado. Ojalá ellas fueran como estas flores que sobreviven el paso del tiempo. ¿Será que la muerte no existe para las flores de loto?
La luna roja espera. Cuando llega la noche sus cicatrices la transforman en un monstruo legendario. En aquel prostíbulo donde se rompe la piel, tres hombres de yeso y piedra rociaron el cuerpo de Mousami con gasolina y la convirtieron en antorcha de venganza, pero ella sobrevivió. Aun no tenía catorce años. Entre tres, como jinetes de la destrucción arremetieron contra ella hasta que se fue encogiendo y regresó al regazo de la tierra.
La recogí en la calle, entripada, temblando, tratando de estirar la mano para alcanzar alguna moneda. En Maiti Nepal, viven las desterradas, las que se han contaminado y sólo esperan la muerte, las que nunca más podrán regresar a su aldea. Las que se quedaron sin voz y sin memoria. Las desterradas del futuro. Este es un hogar de pan caliente y sonrisa, donde la muerte nos abraza calidamente porque sabe que todas la conocemos desde siempre. Aquí no hay falsas esperanzas ni collares de cuentas luminosas. Aquí vive la ternura y todas esperamos con paciencia ese momento final.
Ya le queda poco tiempo, pero es que siempre fue poco lo que vivió. Hablo nuevamente con la casta de incineradores, pero se resisten a cremarla y maldigo la vida, maldigo su estirpe y la rabia me abraza y me rasguña la piel y sangro como río de llanto. Reclamo el fuego sagrado para purificar lo que quede de su cuerpo. Camino ligero, puedo rasgar el viento y mi cuerpo de piel de leopardo atraviesa las calles de Bombay sin ser percibido, protegido por las diosas que una vez quisieron ser musgo. Regreso a Maiti Nepal y sé que ya no sufre. Un enorme silencio se columpia en las ventanas. Todas las chicas están en cuclillas a su alrededor, saben que se marcharán temprano, como ella. Todas están infectadas. Es el sexo de la muerte, el que las visitó una vez y otra y otra y tantas veces que terminó invadiendo cada poro de esos cuerpos sin senos que crecieron sin tener tiempo para jugar con alguna muñeca. Shashikala canta y pinta. Sonríe y no disimula su alegría, tal vez ella sea la próxima en marcharse más allá del Himalaya.
Voy a su colchón y la veo tan pequeña. Huesos pegados a una piel chamuscada y oscura. Sus ojos observan con fuerza. El fuego le quemó los parpados y nunca más pudo conocer el sueño, tal vez por eso decidió olvidar que era alguien y que tenía vida. Esa mirada se cansó de mirar sin tregua.
La vendamos para que sus heridas no se vean, parece una momia egipcia que pronto recorrerá el sendero sagrado. La adornamos como muñeca frágil. Cada una de las que la han acompañado en este último peregrinaje, le regala algo : unos aretes, un brazalete, un pañuelo amarillo, un muñeco de tela… La cargo en brazos y vamos juntas en procesión cantando y mostrando los lindos dibujos que le regaló Shashikala. Hay flores de loto por todas partes. Vamos, ya es tiempo. No bajes la cabeza, camina erguida. No los mires a los ojos. No aceptes ni sus humillaciones, ni sus insultos. Somos las desterradas que reclamamos un pedazo de tierra para encender la hoguera sagrada. A las afueras de la ciudad, seguramente encontraremos un paraje solitario en medio de algún bosque oculto y allí encenderemos nuestro fuego sagrado y majestuoso donde se liberará tu cuerpo para siempre. Esta vez no hay por qué temer. Es otro el fuego que te abrazará. Otro el propósito. Sólo queda tu cuerpo. Tú debes estar en lo alto del Himalaya, allí donde el viento destroza las jaulas y embruja a todos con el tañido de su saringhi.
Cae la noche. Aquí las estrellas entran libremente y la luz de la hoguera nos embellece. Seguramente ya has reencarnado.

Este cuento está dedicado a : Anuradah Koirala, quien trabaja arduamente rescatando niñas prostitutas en Bombay. Koirala es fundadora de Maiti Nepal, un hogar de proteccion para mujeres. Anudarah conoció a la Madre Teresa, fuente inagotable de inspiración para muchas mujeres que han decidido transformar el mundo.
Los expertos calculan que existen más de 150.000 niñas nepalíes trabajando en los burdeles de la India, después de haber sido vendidas por precios que van de 40 a 1000 dólares. Mousami tiene catorce años y se dedicaba a la prostitución en Katmandú. Un día se enzarzó en una discusión con tres clientes que no quisieron pagarle lo acordado. Acabaron por rociarla con gasolina y prenderle fuego. Desde entonces padece amnesia y crisis de ansiedad.